En Nova, creamos cada tela con una historia propia que se cuenta en el trenzado de sus fibras y los colores de su tinte, pero la tela no solo cuenta la historia de su creación, sino que cada tejido tiene un origen que lo hace único.
Las primeras muestras de la creación de telas, a través de la transformación de fibras, nos viene de la prehistoria y su precedente se cree que es la cestería. Junto al uso de las pieles, esta era la manera que los primeros humanos se vestían y protegían.
En la antigüedad proliferaba el uso de lana, lino, algodón y seda; y con estos tejidos se crearon las primeras piezas de arte textil, que se originó en diversas culturas y puntos geográficos. Ya en las primeras grandes civilizaciones vemos una distinción del uso de las telas, reservando los mejores tejidos para las personas más importantes: emperadores, césares o faraones.
Desde entonces, el tejido ha sido sinónimo de estatus, no solo para vestir a las personas, sino también sus hogares. Lo podemos ver en retratos de grandes reyes, en la decoración de imponentes palacios e incluso en la mantelería de los más grandes banquetes celebrados en la historia moderna.
En los últimos años, el uso de nuevos materiales ha llevado a una innovación en el mundo textil que no se había visto nunca antes: los materiales orgánicos se mezclan con fibras sintéticas que crean tejidos de gran durabilidad, resistencia y fácil mantenimiento.
Esta evolución nos ha llevado a ser lo que somos. Cada tela cuenta una historia, del diseño que lleva detrás y de la evolución que la ha llevado a ser lo que es hoy. En Nova creemos en crear telas de calidad, comprometidos en conformar espacios dignos de reyes, apostando por la fabricación nacional.
Es por todo esto que tejer el movimiento nos define, fluimos constantemente. Buscamos la innovación y el respeto al planeta, nos sumamos a la historia.
Cuadro: Las Hilanderas de Velázquez